Cargando

Mery Sáenz en la pista de sus sueños

Nuestra Champ deportista y su familia son parte de la iniciativa de la fundación de la Federación Peruana de Patinaje

PorNota de Prensa

Marzo 16, 2020

Mery tiene 11 años y vive en Chiclayo. Desde siempre, gracias al ejemplo de su familia, ha sido una Champ entregada al deporte. Practica desde los 3 años y entrena todos los días, lo que le ha valido para convertirse en la campeona nacional de patinaje del Perú. Ricardo, su padre y entrenador, la impulsa a mejorar. Él es quien le arma el plan de entrenamiento, a ella y al equipo de selectivos al que pertenece. Además, Mery es una excelente alumna y mantiene un buen promedio académico.

Uno de los logros que considera más importante son las dos medallas que recibió en el Panamericano de Buga, en Colombia en el 2016. Su sueño es representar al Perú en los Juegos Olímpicos de la Juventud y dedicarnos una medalla. Y, aunque el patinaje aún no es reconocido como deporte olímpico entre las categorías mayores, Mery está segura que tendrá su oportunidad y sigue esforzándose por seguir desarrollando su talento.

Cuando Mery comenzó a practicar el patinaje, no existía una federación en el Perú. Por lo que no era reconocida como deportista y las complicaciones para competir estaban siempre presentes. Lo que la motivó a darle una oportunidad al deporte fue su entorno familiar. Años atrás, su hermano mayor, Ítalo, ya practicaba el patinaje y fue quien le mostró a su padre todo sobre este deporte. Ricardo decidió dejar su profesión de administrador, a la cual había dedicado 15 años, para convertirse en entrenador y ser quien les dé la oportunidad a sus hijos de vivir el sueño de ser deportistas. Con el apoyo del Comité Olímpico, pudo desarrollar estudios en el extranjero para ser entrenador y, luego, capacitó a Katherine, su esposa y mamá de Mery, para que también sea formadora de patinaje. Ambos contribuyeron a la iniciativa de fundar la Federación Peruana de Patinaje y se dedican a la enseñanza de este deporte.

Adicionalmente, los papás de Mery también trabajan como conductores de movilidad de niños y niñas de Innova Schools en una minivan, incluso antes que Ricardo dejara su antigua profesión. Por mucho tiempo, su padre pensó que la posibilidad de matricular a Mery e Italo en un colegio de calidad internacional sería imposible debido a su situación económica, pero gracias a la Federación Peruana de Patinaje pudieron rendir el examen y obtener la beca de Perú Champs. Ambos padres son entrenadores y continúan con la movilidad, pero esta vez también llevan a su hija al colegio al que veían antes con ilusión. Mery sigue entrenando y paralelamente recibe una educación de calidad para que pueda formarse como agente de cambio y potenciar su talento.

Dona aquí

Utilizamos cookies propias y de terceros para ofrecerte el mejor servicio. Si continúas navegando, entendemos que aceptas su uso.